Jorge Manrique, Rector del Colegio Jurista responde:
Un despido injustificado puede sentirse como un golpe inesperado, pero hay pasos concretos que te ayudan a proteger tus derechos y encaminar una solución.
- Pide tu carta de despido por escrito. La empresa está obligada a entregarte un documento donde explique la causa del despido. Si no lo hace, eso juega a tu favor, porque dificulta que justifiquen la terminación.
- Reúne toda tu documentación. Contratos, recibos de nómina, comprobantes de horario, correos laborales, constancias de antigüedad… todo sirve para acreditar tu relación laboral y tus condiciones de trabajo.
- No firmes nada que no entiendas. Si te presentan un “finiquito” o “renuncia voluntaria”, tómate tu tiempo. Firmar sin revisar puede hacerte perder derechos. Puedes pedir copia para revisarla con calma o con un especialista.
- Acude a la Procuraduría Federal de la Defensa del Trabajo (PROFEDET). Es gratuita y te orientan sobre tus opciones. Pueden ayudarte a negociar o iniciar un proceso legal para reclamar:
- Indemnización constitucional.
- Salarios caídos.
- Prestaciones pendientes.
- Reinstalación (si aplica).
- Actúa pronto.
Tienes un plazo limitado para demandar (generalmente dos meses desde el despido). Entre más rápido te muevas, más fuerte es tu posición.
En México, un despido es justificado únicamente cuando el patrón puede demostrar que el trabajador incurrió en alguna de las causas establecidas en la Ley Federal del Trabajo. No basta con que “no le caigas bien” o “ya no te necesiten”; debe haber una razón legal y comprobable.
Estas son las causas más comunes:
- Faltas de probidad u honradez. Robos, fraudes, abuso de confianza o cualquier conducta que afecte la integridad de la empresa.
- Violencia, amenazas o injurias. Si el trabajador agrede física o verbalmente al patrón, compañeros o clientes, salvo que haya sido en defensa propia.
- Faltas injustificadas- Tres faltas en un periodo de 30 días sin justificación pueden ser causa de despido.
- Negarse a seguir instrucciones laborales. Siempre que las órdenes sean lícitas y relacionadas con el trabajo.
- Afectar la seguridad o higiene del centro de trabajo. Por ejemplo, incumplir protocolos que pongan en riesgo a otros.
- Revelar secretos industriales o información confidencial. Cuando se compromete la operación o competitividad de la empresa.
- Acoso u hostigamiento sexual. La ley lo reconoce como causa de rescisión sin responsabilidad para el patrón.
- Presentarse a trabajar en estado de ebriedad o bajo efectos de drogas. Excepto si se trata de medicamentos prescritos.
Para que el despido sea válido, el patrón debe notificar por escrito la causa y los hechos que lo motivan. Si no lo hace, aunque exista una causa válida, el despido puede considerarse injustificado.
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