El Rey Carlos III se convirtió este jueves en el primer monarca británico en rezar públicamente junto a un Papa, durante una ceremonia encabezada por León XIV en la Capilla Sixtina del Vaticano. El encuentro, transmitido en vivo por medios vaticanos, marca un hecho sin precedentes desde la ruptura entre Inglaterra y Roma ocurrida hace casi 500 años.
Carlos III, quien funge como gobernador supremo de la Iglesia de Inglaterra, se sentó a la izquierda del papa durante la liturgia, un gesto que fue interpretado como signo de respeto y reconciliación. Aunque el monarca ya había mantenido reuniones con los tres papas anteriores —Juan Pablo II, Benedicto XVI y Francisco—, nunca antes se había realizado una oración conjunta.
El papa León XIV, elegido hace seis meses como el primer pontífice estadounidense, presidió la ceremonia junto a líderes de ambas confesiones, consolidando un acercamiento sin precedentes entre la Iglesia Católica y la Comunión Anglicana.
La ceremonia tuvo lugar frente a los icónicos frescos de Miguel Ángel que representan el Juicio Final. En el servicio participaron también el arzobispo anglicano Stephen Cottrell, el coro de la Capilla Sixtina y dos coros reales británicos, en una mezcla de cánticos latinos y oraciones en inglés que simbolizaron la unión espiritual entre ambas iglesias.
La visita de Carlos III y la reina Camila al Vaticano forma parte de un viaje de Estado que busca reforzar los lazos entre ambas instituciones religiosas, cinco siglos después de la ruptura iniciada por Enrique VIII en 1534.
El encuentro fue descrito por observadores religiosos como un paso simbólico hacia el diálogo interreligioso y la unidad espiritual, en un contexto donde las divisiones históricas comienzan a dar paso a la cooperación y al respeto mutuo.
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