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La fiesta de los 25 años del Vive Latino se llevo al máximo

Un año más, un Vive más. Pero no es cualquier día de festival. Ayer arrancó la edición 25 del encuentro que comenzó como un experimento en 1998 y que a lo largo del tiempo se ha consolidado como uno de los festivales más importantes en la escena musical internacional. Y el festejo se llevó por todo lo alto.

Cinco escenarios llenos de estrellas. Debutantes y veteranos convivieron en el primer día de actividades que reunió a 80 mil personas y que, además, regresó a su hogar después de un año de ausencia: el Estadio GNP Seguros, antes Foro Sol.

Hace 14 años, el Vive Latino fue testigo y en gran parte responsable de lo que parecía ser algo imposible, reunir de nueva cuenta a Caifanes y que debutaran en el Vive. Desde entonces, Saúl Hernández, Diego Herrera, Alfonso André —antes con Alejandro Marcovich y Sabo Romo, y ahora con Rodrigo Baills y Marco Rentería— se han presentado en tres ocasiones más en el festival… y ayer trajeron una sorpresa: estrenaron una nueva canción.

Unos minutos antes de lo programado, la banda tomó el Escenario Amazon y arrancó su cuarta ocasión en el festival con Los dioses ocultos, con la cual, y como era de esperarse, el estadio, abarrotado, cantó con ellos a todo pulmón, situación que fue constante con Viento.

Saúl canta, Diego hace lo suyo en teclados y saxofón y Alfonso destruye la batería mientras lleva el ritmo de rolas como Miedo. “El aplauso es para ti, raza, no para Caifanes. Es para el festival, porque tú haces que esto exista, porque todas las bandas y artista que hacemos este festival es gracias a a ti”, lanzó Saúl arrancando la ovación de su público quien atento escuchó: “Algún día nos vamos a morir, pero no por eso nos vamos a hacer viejos, así que hoy estrenamos una canción contigo, Y caíste”, dijo el vocalista dando entrada a esta rola donde el funk y el jazz se funden con el rock consiguiendo la aprobación de la banda.

“Queremos compartir el escenario con una canción que habla de los feminicidios, los vamos a seguir denunciando. Necesitamos hombres y menos machos”, expresó Saúl, por lo que le dio espacio al video Canción sin miedo, de Vivir Quintana. “Ni una más”, agregó Saúl al término de la canción.

Nubes, No dejes que, Mátenme porque me muero, Aviéntame, Afuera, Aquí no es así y Antes de que nos olviden fueron algunas de las canciones que los Caifanes eligieron.

El homenaje

La voz de Pau Donés se apagó hace 5 años después de una larga lucha contra el cáncer, pero ayer pareció estar entre los presentes cuando comenzó a sonar en el Escenario Amazon Music El bosque de las manzanas, que la banda que Pau fundó, Jarabe De Palo, interpretó para empezar a homenajearlo.

“Hemos escrito canciones de nuestras vidas y eso creo que es a la vez lo que ha permitido que la música de Jarabe de Palo sea parte de vuestras vidas, gracias siempre por eso, México, los amamos”, saludó Ernest Armengol, voz principal en la actualidad de la banda.

Imágenes de Pau intercalaron a las canciones que sonaban. Videos de él en presentaciones que dio en vivo en México, uno de ellos cuando cantó en un Vive Latino La flaca.

“Es maravilloso estar en este país que Pau tanto amaba, y poder presentar este homenaje, para cantar, bailar juntos, para recordar que todo mundo sepa que Pau vivirá por siempre en nuestros corazones, y como él solía decir: que no pare la música”, dijo Ernest.

El lado oscuro, Bonito, La flaca, Eso que tú me das y Agua fueron los temas que la banda cantó y llevó a algunos fanáticos hasta las lágrimas. Y cada que aparecía nuevamente una proyección de Pau, el público se emocionaba.

“Hoy celebramos la vida como siempre lo hizo Pau, gracias Pau por ese gran legado que nos has dejado muchas gracias. Va por siempre, nunca te olvidaremos”, agregó Arturo Moreno la segunda voz de la banda.

Grita fue el tema que cerró el show con todo el público brincando durante el coro, mientras Armengol insistía en gritar cada vez más fuerte, con la esperanza de que ese alarido llegara de alguna manera a donde Pau Donés se encuentre, ya sea que el grito llegase al cielo o a otra dimensión.

Pura sabrosura

Con trompetas y percusiones intrépidas arremetió El Gran Silencio en el Escenario Amazon para comenzar con el ambiente, que hasta las casi 4 de la tarde había permanecido tranquilo y sin mucho público en ese espacio, también un poco debido a las altas temperaturas que quemaban la piel y hacía que la gente se resguardara entre las gradas.

Pero cuando el acordeón de la banda empezó a sonar, todo el público llenó la explanada.

Ahí todos despertaron, con Dormir soñando, en el que los mexicanos provocaron el slam y también que los vasos y botellas volaran refrescando del calor a algunos suertudos que recibían el botellazo sin reclamo, al contrario, agradecidos por refrescarse un poco del sol.

Y no es Vive Latino si Rubén Albarrán no es invitado de cualquier banda, y más temprano que tarde apareció para bailar cumbias, vestido en mezclilla, ignorando las altas temperaturas y siempre sonriendo, fiel a su estilo.

En Cumbia lunera, la banda dedicó un homenaje al rebelde del acordeón Celso Piña, y los golpes y empujones se volvieron abrazos y manos entrelazadas bailando cumbia, doblando las rodillas en círculos, como los Terkos en Monterrey. El Chuntaro Style despidió a la banda.

Un descanso

Tranquilos, solemnes, y casi sin despeinarse, la banda argentina El Mató a un Policía Motorizado apareció en el Escenario Amzon Music donde el viento refrescaba un poco y el público no se aglomeró del todo.

Un mundo extraño, La noche eterna y El tesoro animaron al público, que en el pasto encontró un descanso breve antes de que Siddhartha apareciera en el Escenario Amazon. Esos clásicos fueron coreados, aunque sin mucho ánimo. Sólo cuando su connacional Dillom subió al escenario y se destapó la panza sobándose, bailando de un lado a otro, el público se prendió.

Entre acústicos

Los últimos rayos de la tarde estuvieron acompañados de la relajación de Caloncho. Delgado y terso, junto a sus músicos, salió al Amazon Music. Su guitarra acústica y las percusiones en maracas sentaron bien cuando la temperatura cedió. Somos instantes, sin embargo, rompió la tranquilidad, poniendo a todo el público a cantar y más aún Palmar, uno de sus primeros éxitos. Así encendió la emoción del público al punto de aquellos que sólo iban de paso, esperaron a que el tema concluyera.

“Muy agradecido, Vive Latino”, dijo Caloncho casi incrédulo por estar presente en el festival y con tono apenado continuó. “Aprecio mucho de verdad la calidez que siempre han demostrado a este proyecto”, expresó el mexicano. Su público le agradeció el gesto con un aplauso y el clásico “Oé, oé, oé, oé, Calo, oncho”, partiendo el nombre para que quedara con la porra.

Es chido

Puntual y con el sol comenzando a esconderse, fue como Meme Del Real llegó al Escenario Telcel.

“Buenas tardes, bienvenidos, bienvenido yo también a esta aventura. Chido one. Estoy por sacar un disco en algunos meses, así que voy a tocar unas rolitas nuevas, otras que todos conocemos y espero que todos la pasemos a todas mandarinas. Soy afortunado de estar aquí después de 25 años”, dijo Meme después de que Aviéntame, de Café Tacvba, sirvió como señuelo para que poco a poco la gente fuera llenando el espacio del escenario.

Meme lanzó Eres con un arreglo electrónico que retumbó en la cabeza de los presentes.

Y no perdió la oportunidad de mostrar sus habilidades en rolas como ¿Y todo para qué?, de Intocable; Amor prohibido, de Selena; Lo que construimos, de Natalia Lafourcade, y Querida, de Juan Gabriel.

Shot de rock

Como parte de su gira Miel de Azar, Siddhartha llegó al Escenario Amazon para darle al público un shot de rock con canciones como Ser parte, Brújula y 00:00.

El calor no daba tregua, pero eso, en un Vive Latino, no importa, siempre y cuando haya chelas o cualquier bebida refrescante que pueda alivianar a los presentes. Por eso, cuando Siddhartha salió al escenario, la banda lo recibió con el mejor humor. El novio de Yuya no decepcionó a nadie con éxitos como Únicos y Bacalar.

Adolescentes

Sólo tienen 12 años de existencia en la escena musical y sí, se encuentran en plena adolescencia. León Benavente no deja a nadie respirar con la energía que se cargan Abraham Boba, Eduardo Baos, Luis Rodríguez y César Verdú, quienes estuvieron en la Carpa Intolerante.

El indie rock de los españoles no dejó títere sin cabeza. “Éramos docenas de españoles, docenas de mexicanos, docenas de wannabees españoles y cuatro monos”, lanzó Abraham, vocalista de la agrupación, haciendo que los presentes en esa carpa encendieran su espíritu rockero a lo largo de 40 intensos minutos, con Ximena Sariñana como invitada.

Sueño cumplido

Hace poco más de un mes, Macario Martínez se volvió viral en las redes sociales por su canción Sueña lindo, corazón, la cual se popularizo acompañada de su historia de vida: un chico que trabaja en el servicio de limpieza de la Ciudad de México y que en su tiempo libre escribe música soñando en, algún día, estaría en un escenario grande.

Ayer cumplió ese sueño cuando, por 30 minutos, cantó su repertorio en la Carpa Intolerante, donde si bien había pocas personas aún, las que estuvieron tuvieron la oportunidad de escuchar a este artista emergente en su estado más puro.

Duncan Dhu

Nostalgia

Con una guitarra acústica a ritmo de country, acelerada, intrépida, comenzó el show de Duncan Dhu, sólo con Mikel Azpiroz cantando en solitario, todo en acústico, con un teclado con sonidos de órgano acompañando cada tema.

La presentación de los originarios de San Sebastián se da en México justo un año después de que se cumplieran 40 años de la fundación de la banda que marcó con temas rock distintas épocas, mismos que interpretaron. Canciones que celebran calles de Europa principalmente a España y Francia.

Todo sucedió frente a un público algo agotado, con miras al final del festival, pero quienes estaban hasta adelante del escenario, que no dio abasto para los miles de fanáticos que se mantuvieron brincando en el show jazzero y toques de blues con el mismo teclado brillante.

Fue tanto el público que quedó fuera de la carpa, que muchos optaron por escuchar a la banda sentados un tanto lejos, pero descansando, sentados, preparándose para lo que sería el final del primer día con Molotov y Foster The People a la cabeza.

Clásicos como En algún lugar, Cien Gaviotas, Esos ojos negros sonaron ahora sí con la banda completa, la guitarra eléctrica, y la batería en acción, mostrando al Duncan Dhu que todos esperaban ver.

con información de Excelsior

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